Al ser un laboratorio de diseño disponemos de la creatividad, apertura para experimentar y proponer formas alternativas de crear; que quizá sean elementales en el mundo con un uso perpetuo pero en Quito o Ecuador en general se encuentran en fase de exploración.
El Coffee Bar como todos los lugares de la Plaza Foch debía tener un carácter especial, y decidimos partir desde su logotipo, un tillo o chapita (tapa de botella), el cual por lo general se desecha. Pero por qué no usarlo en la decoración del local, si también estos tillos son usados en muchas manualidades recicladas.
Reciclado, esa fue la palabra clave para el lugar, a fin de cuentas esta generación se está volviendo consiente del cambio hacia el ecologismo, entonces lo aplicamos sin que deje de ser un lugar con su estética y ecanto.
Los colores del Coffe Bar se prestaron para este estilo a la perfección, la gama de verdes nos da el tinte ecológico, el negro y gris nos da modernidad, a esto añadimos como complemento los colores metálicos oxidados, y las tonalidades tierra de los ladrillos existentes en las paredes, que extendimos a una monocromía en el interior del local que incluye mesas, muebles y piso. El resultado fue un ambiente industrial-reciclado.
En contraste, para complementar al estilo decidimos diseñar con el target, el consumidor final del Coffee Bar. Así que organizamos un concurso llamado “Quito Expresa”, en el que recopilaríamos fotos, dibujos, ilustraciones, graffitis, en fin, arte gráfico que esté inspirado en Quito, la urbe capitalina. La experiencia fue novedosa para nosotros y se trabajo de forma conjunta con el cliente, desde el momento de plantearlo, hacer los afiches y encontrar los lugares correctos para que sean vistos, además de difundirlo en redes sociales e incentivar a las personas a concursar.
Los resultados se hicieron esperar para darle un tinte de suspenso, pero cuando revisamos el material de los concursantes, el veredicto del cliente llegó y se premio a los ganadores. Se empezaron entonces, a producir los artes y sus aplicaciones dentro del local. Esto le dio un toque muy urbano, y fue una oportunidad de que interactuen el consumidor con el lugar y que ese encuentro perdure por medio del arte.
Las mesas de los exteriores se forraron de segmentos de las ilustraciones ganadoras, y junto a los pizarrones y luces dieron una nueva vida a los rincones del Coffe Bar. Además se implementó una expansión del local tipo vitrina, en donde está la gigantografía del arte ganador llenando de color al espacio, en la pared contigua se aplicaron los tillos como recubrimiento, formando el logotipo del Coffee Bar. Acompañado de puffs verdes, tuberías vistas y lámparas metálicas, los colores y decoración dieron una nueva vida al lugar.
Siempre hay que hacer algo con las ideas, y si no nacen fácil tal vez es hora de un café en el CoffeBar…es decir, el simple hecho de estar en el lugar dio a luz a este proyecto.
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Diego Celi
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